
Escribo porque me gusta, escribo porque me limpia el alma y escribo porque con cada palabra renazco.
Cuando compongo un relato me convierto en el Ave Fénix porque me levanto cada vez que mis dedos teclean ideas y por muy desolada que me sienta, la escritura es mi cura.
Publicar mis pensamientos me ha dado miedo muchas veces, porque de alguna manera, es desnudar mi alma, pero más allá de lo que los demás puedan pensar de mí al leer estas líneas, me importo yo y lo que siento con cada renglón.
No soy escritora aunque me gustaría serlo, pero igual que los pintores plasman su alma en cada lienzo, yo escribo lo que siento porque es lo que me hace estar viva.
Toda mi vida he hecho lo correcto aunque no fuera necesariamente lo querido por mí, pero a estas altura de la película, hago lo que me apetece sin dañar a nadie.

Si alguien me critica o me ve débil, no es importante para mí pues no puedo depender de lo que opinen los demás. Me ha costado mucho darme cuenta que nadie vive por mí, que nadie lucha por mí y que nadie sufre por mí, así, considerando todos estos preceptos seguiré escribiendo hasta que ya no me aporte nada.
Con cada palabra puedo soñar y mis anhelos más ocultos pueden ser volcados en una pantalla en blanco, percatándome de que todo es posible.
Los sueños se pueden hacer realidad con cada palabra, los miedos se vuelven menos tenebrosos, y el amor es más verdadero entre las líneas.
Ese afán por escribir todo lo que siento, es una necesidad que he tenido siempre. Plasmar en un papel todo aquello que rebosa dentro de mí y ya no tiene más cabida, ha sido siempre una necesidad para curar mi alma. Pero nadie me enseñó a hacerlo, nadie me alentó a escribir sobre mis sentimientos, nadie me aconsejó coger un lápiz y garabatear palabras sin siquiera pensar en el significado de mi escritura.

Nadie me dijo nunca que todo es posible con la escritura, nadie me marcó el camino del dulce sentir cuando escribo, nadie me alentó a seguir contando cuentos.
Por eso la escritura es sentimiento, es arte, es medicina, es aventura….
Prueba escribir en una libreta aquello que te preocupa, te hace feliz, te perturba y no te fijes en la redacción ni en las faltas de ortografía, ya tendrás tiempo de corregirlas, sólo escribe lo que sientes y comprobarás que tu carga ya no es la misma..
Suerte!…..